SOMOS VALIENTES

El lado luminoso de la vida

A pesar de todas las circunstancias, tengo que reconocer que mis capacidades detectivescas siguen intactas. No creo que Sherlock Holmes pueda ver peligrar su trono, pero que no se relaje demasiado…

De repente, esta mañana, me llegan estos preciosos globos a mi habitación. Cuando he preguntado quién los había traído, la única pista que me han dado ha sido «me han dicho que tú lo sabrías al verlos». Como no me he traído la lupa y fumar en pipa en un hospital está feo, simplemente he ido observando los detalles: los corazones, los colores, la frase «damos un paso al frente»… Cuando ha entrado por la puerta parecía un inmenso oso de peluche, pero no. Era algo hecho con cariño, con amor por el detalle, con gusto… ¡¡y esa frase!!

Hasta ahora sólo había dos personas que la conocieran, así que, descartando a una de ellas por motivos logísticos, sólo me quedaba la otra: Carmen. (De la frase ya os hablaré algún día, si os portáis bien; no haré spoilers).

Carmen es de esas personas que aparece en tu vida no sabes por qué, pero que te vas dando cuenta con el paso del tiempo de que es una de esas luces que, en algún momento, van a ayudarte a caminar a través de las tinieblas. Empezó siendo clienta de la tienda, pero poco a poco fue convirtiéndose en amiga, y ahora es la que me echa una mano los fines de semana, abre, cambia los escaparates, atiende a las clientas… Una de esas personas positivas que es complicado que te caiga mal, porque Carmen es todo sonrisas, buen rollo, simpatía… una bendición, en definitiva.

…y esta mañana me ha enviado esta maravilla de regalo. Ya os decía ayer que las cosas buenas están donde están las buenas personas. Carmen y su regalo, ahora mismo, están a ese lado de la frontera donde están las flores y el marco con su tarjeta; en mi lado. Y este lado sois vosotros quienes hacéis que sea el lado bueno.

Pasad buena noche.

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