Un guiño a la esperanza
La pulsera más valiente
Todo comenzó en Instagram…
Y ni sabría muy bien cómo fue. Creé las pulseras cuando estaba en lo peor de mi enfermedad y, desde el minuto uno, suscitaron una explosión de solidaridad, interés y cariño por parte de otras mujeres con cáncer de mama y, también, de sus amigos y familiares que se manifestó sobre todo en Instagram, donde recibía a diario fotos. Os comparto algunas.
El apoyo de los seres queridos
Durante esta difícil etapa de mi vida, descubrí el verdadero valor de la familia y los amigos. Su apoyo incondicional fue mi mayor fortaleza: Estuvieron a mi lado en cada cita médica, me acompañaron en las noches de insomnio y me animaron cuando la desesperanza amenazaba con apoderarse de mí. El amor y la comprensión que recibí de ellos me mostraron que no estaba sola en esta batalla y que juntos podríamos superar cualquier obstáculo.
Son cientos las fotos que me han llegado a través Instagram y Whatsapp. Me dice mi webmáster que no puedo publicarlas aquí todas: se ralentizaría la página, pero os comparto una selección de las mismas.
Lo importante es que con cada una de esas imágenes siempre llegó la calidez de una sonrisa y el compartir esa sonrisa con otras mujeres –y el apoyo y el aliento que conlleva– es lo que deseo en este momento.