SOMOS VALIENTES

Bailando y cantando bajo la lluvia

Soy una sentimental, lo reconozco.

En la película «Cantando bajo la lluvia» (creo que ya os he hablado de ella alguna vez; además, de esta escena en concreto), cuando el protagonista, el actor de cine mudo Don Lockwood, tras el tremendo fracaso de su primera película hablada, decide convertirla en un musical para salvarla antes del estreno mundial, y se despide de su enamorada Kathy Selden en la puerta de su casa. Bajo un aguacero importante, ella le dice, mientras le sube el cuello de su chaqueta: «Cuídate esa garganta. Ahora eres una gran estrella musical, ¿recuerdas? Esta llovizna de California es hoy más copiosa que de costumbre», a lo que él, sonriendo, le contesta: «¿De veras? Para mí todo es luminoso y el sol brilla por todas partes»… Ya sabéis lo que viene luego.

¿Por qué recuerdo siempre esta parte de esa película? Porque es el ejemplo perfecto de que todo es actitud. Que el sol, el buen tiempo, la luz… los llevamos nosotras dentro y sólo tenemos que dejar que salgan. Y porque todas tenemos gente que hace que salga el sol con sólo su presencia. Mi amiga Rocío es de esas personas.

Nos conocimos hace más de 20 años, cuando ambas estábamos en Sevilla. Luego ella se fue a Alicante y yo a Logroño…, pero, a pesar de la distancia, siempre ha estado ahí. Ha querido venir a visitarme muchas veces desde que este maldito okupa decidió cambiar los muebles de mi salud, pero nunca hemos podido coincidir porque, o yo no he estado bien, o ella ha estado muy ocupada y le ha sido imposible. Y de repente, este fin de semana, sin previo aviso, se le ha ocurrido que ya iba siendo hora de volver a juntarnos un poco y de vernos las caras de cerca. Y puedo asegurar que su cara es de las que apetece ver siempre de cerca, no porque sea un bellezón, que lo es; sino porque su mirada y su sonrisa son de esas que hacen que todo sea luminoso y el sol brille por todas partes.

Hemos pasado un fin de semana intenso, junto a su novio y a su perro. Por supuesto, siempre he dicho que la gente bonita acaba junto a gente bonita, y eso le ha pasado a Rocío.

…y soy una sentimental, lo reconozco. Y me ha dado pena que se fueran, porque el tiempo amenazaba lluvias este fin de semana, pero a Rocío le ha dado igual porque venía a verme. Pero el cielo nos ha dado las treguas necesarias para que pudiera pasear con ella y su compañía por estos paisajes espectaculares que tenemos en mi tierra y que a ella le encantan. A quién no, ¿verdad?

«Para mí todo es luminoso y el sol brilla por todas partes», decía Don Lockwood, y hay visitas que consiguen eso, por más que no se lo propongan. Por eso os lo aconsejo cada vez que puedo: juntaos a gente que lleve el sol con ellas; gente capaz de apartar vuestras nubes, por más oscuras que sean. Y si las nubes no se apartan y comienza a llover, gente que sea capaz de agarraros de la mano para que terminéis «bailando y cantando bajo la lluvia».

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