¿Y para almorzar?
Hoy me he hecho unas lentejas, que ya decían las abuelas que «tienen mucho hierro» y a mí me hace falta.
Les voy a añadir unas guindillas, que me encantan. El pìcor de las guindillas es beneficioso para el estómago, eso sí, si las toleras; a mí, me sientan muy bien. Las guindillas son una fuente de vitaminas A, E y C, además de hierro; previenen úlceras y ayudan a las enfermedades cardiovasculares. Las acompañaré con una ensalada de espinacas; ya os hablaré en otro momento de ellas, que ahora me está entrando hambre.
¡¡¡Buen provecho!!!