SOMOS VALIENTES

Con pies de barro

Manolo García hace pájaros de barro y los echa a volar, pero como yo no soy de mucho volar y menos con barro, lo uso de la manera en la que la naturaleza nos ha enseñado a lo largo de lo siglos, desde el antiguo Egipto y el Imperio Romano.

Ya os he contado que la quimioterapia ha estado afectando mucho a mi piel y también a mis pies, así que, sabiendo de sus propiedades refrescantes, descongestivas, purificadoras, cicatrizantes, absorbentes y antibacteriológicas (ya veis que alguna propiedad tiene), de vez en cuando, me relajo y meto los pies en barro. Unos minutos, sin más.

Por otro lado, y esto no tiene nada que ver ya con el barro pero sí con mis pies, cuando estoy leyendo por las noches o tumbada en la cama, no puedo soportar el dolor en los talones; es como que las capas de la piel se me han ido levantando y cualquier roce me hace ver las estrellas, así que uso esas taloneras de silicona que veis en las fotos.

Ya sabemos que los pies son una zona delicada a la que apenas mostramos atención…, hasta que empiezan a dolernos. Tenemos que recordar que son los encargados de llevarnos, traernos y sostenernos, así que, de vez en cuando, hay que darles unos mínimos cuidados antes de que ellos mismos nos los reclamen…

 

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