SOMOS VALIENTES

Dame más gasolina

No sé a ti, pero a mí las cuatro sesiones del primer ciclo me daban mucha hambre.

Siempre he sido de  cuidarme en la alimentación, pero desde que me diagnosticaron el cáncer, me dio por comer todo lo que no se podía, sobre todo chocolate (¿quién puede resistirse al chocolate?), chucherías, algún que otro vino cuando salía con los amigos los fines de semana… Pero de repente, cuando empecé con la quimio, decidí que tenía que ayudar a mi cuerpo en lugar de darle más trabajo, así que comencé a ser estricta con mi alimentación.

Teniendo en cuenta que el tratamiento puede afectar a tus defensas, te inyectan glóbulos blancos durante cinco días tras las sesiones; así que imagina la tralla que es eso para tu organismo. Si, además, cabe la opción de que te deje sin fuerzas, lo mejor es llenar el depósito lo mejor posible… porque, te lo confesaré aquí, entre nosotras: yo quería seguir pudiendo correr mis ocho o diez kilómetros diarios o, en su defecto, pasear todo lo posible.

Para resumirte un poco te diré que, tras la primera sesión, sobre todo consumía vitamina C en naranjas o kiwis, por ejemplo. Los frutos secos, que te aportan energía; nada de grasas, azúcares o harinas… Las semillas de chía o de lino también han formado parte de mi dieta. Pastas o arroces integrales, todas las comidas aderezadas con cebolla y ajo, pimiento rojo y verde, … y, por supuesto, aceite de oliva virgen extra.

Sí, son muchas variantes, pero prometo irte dando algunas recetas ricas para el desayuno, el almuerzo o la cena. Todas ellas con productos naturales, de calidad… Eso sí, es tu médico quien tiene que decirte qué nutriente o vitamina necesitas en cada momento. Yo sólo quiero compartir contigo mi experiencia.

 

0
TU CARRITO
  • El carrito está vacío