SOMOS VALIENTES

Grises

Ahora que ya ha llegado la primavera, tal vez podemos hablar de los grises. ¿Por qué? Pues porque los principios de la primavera se mueven en esos parámetros: días luminosos, brillantes, cálidos… con otros grises, fríos, desapacibles… ¡¡Y todos son parte de la primavera!!

Por eso también tenemos, todos, nuestros días grises. Esos días que no ponemos en Instagram, porque ya la vida es suficientemente complicada como para compartir con los demás tristezas y soledades. Todos luchamos nuestras propias batallas, aunque queramos mostrar nuestra más inmensa sonrisa. Pero cuando la mostramos es más por los demás que por nosotros; porque a todos nos gusta ver cosas brillantes, aunque sean sólo un espejismo. Y está bien que intentemos hacer el día a día de los que nos rodean más alegre. Porque si todos lo hiciésemos, estaríamos rodeados siempre de positivismo, de alegría, de luz, a pesar de que por dentro estemos grises, apagados, apáticos.

Claro que hay días así. Claro que tenemos derecho a tenerlos y a que no nos intenten obligar a estar bien. Pero tenemos que tratar de salir rápido de ese agujero, porque no sabemos quién pueda estar siguiendo nuestro rastro, nuestro ejemplo; cuánta gente se apoya en nosotros. Todos deberíamos intentar ser el bastón de los demás, siempre. Así no correríamos el peligro de caer, porque siempre tendremos a nuestro lado hombros dispuestos a sujetarnos, y tendremos también el nuestro dispuesto a sostener a quien se tambalee.

En la entrada anterior hablaba de pintura; el gris es ese color entre la luz y la sombra. Esa sombra que deja ver lo que hay detrás porque no es opaca, sino transparente.  El gris hay que saber manejarlo para que no se vuelva oscuridad. Ahí es donde tenemos que luchar, intentar que tienda hacia la luz y no hacia lo negro.

Tendremos, siempre, días grises. Días que te lleven a urgencias porque el cuerpo no aguanta, o se cansa en la lucha. En nosotros está descansar lo suficiente para coger fuerzas de nuevo y volver a salir a la luz. Tenemos que dejarnos ayudar, pero es nuestra lucha. Nadie más podrá sacarnos de un agujero si no queremos salir de él… ¡¡Y hay tantos colores brillantes y luminosos después de salir del gris!!

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