SAN LUIS
( A Violeta)
Hay algo noble en todas las espadas.
Hay algo noble en todos los jinetes.
Y espadas nobles hay en manos regias,
y audaces horas y monarcas santos
que cabalgan enfermos, poseídos
por una gracia que el temor destruye.
Ellos nunca quisieron ser los dioses
pues Dios era su sueño y su vigilia.
Hay espadas que empuña el entusiasmo
y jinetes de luz en la hora oscura.
(Julio Martínez Mesanza)
Dame el lugar más oscuro del universo, aquel en el que jamás nadie ni nada haya podido vislumbrar, ni tan siquiera intuir, un ápice de claridad. Un simple punto de luz en ese sitio hará que las sombras se disipen, porque no hay sombra capaz de vencer a la luz; porque las sombras se repliegan ante ella.
…y recibo fotos de velas encendidas en distintos rincones del planeta, para que me acompañe su luz mañana, cuando habrá espadas empuñando el entusiasmo. Porque mañana se librará otra batalla que espero vencer.
En verdad hay jinetes de luz en la hora oscura; siempre los hay aunque a veces no los veamos por más que nos rodeen. Os puedo asegurar que en estas horas oscuras mías he visto a muchos de esos jinetes luchando a mi lado. Y toda la luz que me envían, que me enviáis, me alumbra en este camino más de lo que creéis.
Esta mañana me han marcado el ganglio centinela que servirá para preparar la operación de mañana. El personal que me ha atendido ha sido maravilloso y en ningún momento me he sentido mal. Luego del procedimiento he vuelto a mi resort para despedirme de mis queridas enfermeras, ya que me cambiaban de planta. Reconozco que me ha dado pena despedirme de todas, porque me han tratado con mucho cariño desde el principio. Jinetes de luz en la hora oscura.
No podría explicarlo, pero esta mañana he sentido todas vuestras oraciones, vuestras velas, vuestras energías positivas, vuestras buenas vibraciones… apuntando hacia donde me encontraba. Incluso he notado cerca la presencia de la Madre Teresa de Calcuta. (Ellos nunca quisieron ser los dioses / pues Dios era su sueño y su vigilia.) No me pidáis que le busque una explicación porque no podría; simplemente lo he sentido así. Y eso me ha mantenido tranquila todo el tiempo. ¡¡¡Y no os he hablado de mi nueva habitación en el resort, con un balcón espectacular desde el que se puede vislumbrar un trozo de monte!!!
(Hay algo noble en todas las espadas. / Hay algo noble en todos los jinetes.) Todas las batallas tienen algo que nos encamina a la eternidad, aunque las luchemos con espadas, con piedras, con palos o con las manos desnudas. La batalla que se lucha nos ennoblece, por eso hay que darlas todas, aunque parezca que las perdemos. Nunca la luz ha sido vencida por las sombras. Por eso la Madre Teresa, a la que me he estado encomendando estos días, a pesar de todos los reveses que le daba la vida y todas las luchas que debía afrontar para ayudar a aquellos a los que el mundo había dado la espalda y desahuciado, era toda luz. Y sé que mañana estará conmigo.
Dame el lugar más oscuro del universo, aquel en el que jamás nadie ni nada haya podido vislumbrar, ni tan siquiera intuir, un ápice de claridad. Allí me llevaré vuestras oraciones, vuestras energías positivas, vuestras buenas vibraciones, vuestras velas… y haremos que las sombras se replieguen.
Mañana, cuando me cubran las sombras para operarme, junto a la Madre Teresa, estarán vuestras velas, conmigo.
