SOMOS VALIENTES

Mantened sanas vuestras emociones

Tengo mucha gente a mi alrededor que me cuentan cómo les va el tratamiento, y muchas que me describís lo que estáis viviendo con este proceso, como os encontráis o para preguntarme cosas que me hayan ayudado a mí.

Sabemos que es muy duro, pero siempre hay una luz que nos acompañara hasta el final.
Si os soy sincera, cuando oí al doctor Sousa que había que dar quimio, volví a mi casa destrozada; no quería dármela. Pero, como me dijo el marido de Silvina, una compañera que está metida en el proceso, «eso es innegociable».

Sé que esto lo hemos pensado muchas por lo que me cuentan. Nos invaden muchas incertidumbres: nuestro pelo, qué va a ocurrir…, porque tendemos a viajar al futuro.

Desde aquí os digo que la quimio hay que darla; nos tenemos que poner en manos de especialistas y hacer lo que nos dicen. Si para avanzar en el proceso hay que acompañarlo con pastillas, psicólogos, o cualquier otra cosa, desde aquí os animo a que lo utilicéis.

A veces nos da miedo la sola mención de una experiencia así; no digamos ya la posibilidad de vivirla: despierta el rechazo, a veces iracundo, de muchas personas que no terminan de aceptarlo.

En diciembre fui a una conferencia sobre el Metaverso, (yo ya tenía el cáncer pero no lo sabía ). Recuerdo que Ecequiel Barricart comenzó diciendo que él iba a un psicólogo y lo recomendaba a todo el mundo. No es algo extraordinario y deberíamos normalizarlo, porque me he dado cuenta de que, en el fondo, estamos todos muy solos. No nos han enseñado, desde pequeños, a trabajar con ciertas emociones.

La soledad da al escritor en particular, y al ser humano en general, su pobreza o su riqueza; ambos crecen en la soledad o se empequeñecen en ella , la gozan o la sufren, y salen de ella rodeados de luz o penetrados de sombra.

La soledad es maravillosa si la eliges como compañera de viaje, pero si te la imponen es destructiva. Hay mucha gente que no sabe estar sola, y por eso pagan peajes muy caros, tanto en sus relaciones como en sus amistades.

Hoy me he acordado de este libro y de su dedicatoria: «mantén sanos tus animales». Se refería a esas emociones…

Paradojas del destino, menos de un mes más tarde me detecté el cáncer.

Os animo a que mantengáis sanas vuestras emociones.

0
TU CARRITO
  • El carrito está vacío