El hígado;
Es nuestro motor: la tarea del hígado consiste en mantener la circulación de la sangre y los jugos corporales aparte de regular las emociones y sentimientos.
El hígado sufre siempre que uno tiene la sensación de estar siendo explotado física o emocionalmente, así que vamos a querer mucho y darnos mucho amor.
El hígado transforma los alimentos que recibe y produce todo aquello que es necesario para el cuerpo.
Los medicamentos, las hormonas y las sustancias del entorno que lastran al organismo o que ya no le son necesarias son procesadas por el hígado y secretados en la bilis.
La capacidad del cambio y la transformación de las ideas y los valores son una cualidad de la energía hepática.
Suelen decir que cuando la función hepática y el flujo de bilis están dañados, el proceso de cambio y adaptación están bloqueados.
El diente de león dinamiza el proceso hepático y fortalece así la capacidad de adaptación.
He leído que los ojos son el punto de contacto con el ciclo funcional del hígado y la vesícula. El ojo izquierdo se corresponde con la actividad de la vesícula y el derecho con el hígado.
Las molestias durante el ciclo menstrual, así como la hinchazón de pecho, los ciclos irregulares, lo quistes o miomas en el útero, los dolores menstruales… pueden ser causadas por una energía hepática dañada.
La vista cansada y no sentirnos despiertos del todo son claros signos de un hígado agotado; y la pérdida de apetito y de la alegría son una señal clara de que el hígado está sufriendo.
Comer tarde, el alcohol por la noche y dormir poco lastran al hígado a la hora de realizar su trabajo en su fase de máxima actividad. Al hígado no le benefician ni las bebidas ni los platos fríos; se pone más contento con un vaso de agua tibia por la mañana y otro por la noche.
Unas de las plantas más beneficiosas para el hígado son el Cardo mariano o el Diente de león. A mí me lo prohibieron durante la quimio, así que consultadlo antes. Yo ahora me tomo, siempre por la mañana y después de la comida, una infusión de diente de león, que me viene muy bien para la digestión.
También le van muy bien la escarola y la alcachofa.
Otra cosa importante para el fortalecimiento del hígado es el ejercicio. Hay que reducir el estrés interno, tener la mente clara y liberarnos internamente de la presión. Eso es lo que voy hacer hoy con mi amiga Anne, que ha venido de Donosti para verme. La llevaré a disfrutar de un paseo por estos lugares maravillosos que hay en mi tierra, La Rioja.
Si añadimos el ejercicio a la relajación nuestro hígado nos lo agradecerá.
Espero os haya servido de ayuda.