Ya os he comentado que nunca había dejado de cuidarme aún ingresada en el hospital. Pues bien, como vuelvo a estar de nuevo ingresada, y los que vienen a cuidarme me traen lo que saben que me gusta, ayer mi madre me trajo unas moras.
Las moras son muy ricas en diferentes vitaminas, minerales, antioxidantes y flavonoides, así como fibra y potasio. Son grandes aliadas para la salud cardiovascular, por lo que comer moras dentro de una dieta equilibrada podría ayudar a reducir los niveles de colesterol.
Tienen un aporte significativo de hierro y un compuesto esencial para la producción de hemoglobina en la sangre. Gracias a esto aumenta la capacidad para transportar el oxígeno hacia las células del cuerpo.
Yo las tomo porque como ya sabéis tengo una infección ocular y, aunque una buena visión depende de muchos factores y hábitos, el consumo regular de moras podría ayudar a protegerla de enfermedades. Su aporte de zeaxantina, un carotenoide, ayuda a mantener la salud de la retina, así que por mi parte no puedo hacer más; creo que estoy siendo una buena paciente…
Las acompañaré con Kéfir y a la tarde os dejaré otra entrada con algo delicioso que me ha hecho mi cuñada.
