Quién me iba a decir que este verano no podría ni rozarme un rayo de Sol; y no sólo este, también el siguiente.
Aún recuerdo el levantarme pronto por la mañana, irme entre caminos a correr y acariciar esos primeros rayos de sol en mi piel, correr por la playa y darme un baño disfrutando de esos primeros rayos de la mañana… Igualito que ahora, que me levanto y voy con protección total y con mi sombrilla o gorros bien grandes para que ni me roce.
Ahora voy buscando la sombra como los animales; salgo o muy temprano o muy tarde a la noche. Al final todo en la vida es adaptarse; la piel se vuelve más sensible y vulnerable a la exposición solar.
Incluso una exposición a niveles bajos de rayos UV puede producir quemaduras o empeorar los cambios cutáneos producidos por la quimioterapia, como hiperpigmentación; así que es aconsejable evitar la exposición solar. Yo me protejo la piel con estas dos cremas de Isdin que os dejo en la foto. Una es para la cara y la otra para el cuerpo…, más bien brazos, porque suelo llevar protegido el cuerpo con ropa y camisas de algodón.