Yo siempre he tenido muy buen apetito y con lo que estoy viviendo ahora creo que hay que coger fuerzas para las sesiones de semana, que ya te iré contando.
La verdad es que las primeras cuatro sesiones de quimioterapia, no sé a ti, pero a mí me han dado mucha hambre.
Esta noche he decidido alimentarme muy bien una vez más, así que he hervido una patata; luego he echado a la plancha pimientos verde y rojo, que son un imprescindible en mi día a día, junto con la cebolla y el ajo. Les he añadido brócoli, que es algo que como mucho últimamente porque son una fuente notable de calcio, potasio, hierro, vitaminas B1, B2 y B6, y además aportan unas buenas dosis de yodo, zinc, cobre y magnesio… Casi nada, ¿verdad? Con lo que huíamos de ellos de pequeñas.
A todo lo anterior le he añadido un huevo y unos cuantos champiñones. Eso sí, todo, siempre, a la plancha.
¿Quién dice que no se puede cenar bien, sano y con mucho sabor? Tiembla, Ferrán Adriá.
