SOMOS VALIENTES

Unidas por la fuerza del mar

Ya os comenté el otro día que apareció por sorpresa, el día de San Mateo, mi amiga Esther y me propuso llevarme a Donosti y luego traerme, para que viera el mar y saliera un poco del entorno.

¿Quién me lo iba a decir? Cuando unos días antes había estado mi amiga Anne, en un principio le dije que no, (con la medicación y las cosas que tengo que hacerme en el ojo); pensé que no iba a poder, pero me fui al río a leer y pensé «¿Por qué no?» Esta semana no tenía médicos, increíble pero cierto; después de nueve meses, una semana sin idas y venidas al hospital. El mar me encanta, así que decidí que me iba con ella el domingo.

Ayer cenamos todas juntas: Edurne, Esther y Anne. Tengo una habitación de ensueño que le he quitado a Sarita por unos días.

Hoy Anne estaba de fiesta, así que hemos desayunado juntas en un sitio con encanto, frente al mar, como todos los rincones de esta ciudad, y hemos paseado por La Concha. Nos hemos dado un gran paseo por la playa y ella se ha bañado. Y no me he atrevido por culpa de mi ojo; aparte, como no me puede dar ni un rayo de sol, iba feliz con mi sombrero y el kaftan que le he quitado a mi amiga Edurne. Hacía un día espléndido, pero verla a ella bañarse  y salir del agua  como una sirena me ha hecho disfrutar un montón.

Después de un largo paseo hemos comido en un sitio maravilloso, y se nos ha unido Edurne; luego nos hemos ido para que descansara, y hemos estado de compras. Más tarde ha venido Esther…

No tengo palabras para definir lo afortunada que soy por tener gente tan maravillosa a mi lado.

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