Este iba a ser un blog para tratar de contar mis experiencias con este maldito cáncer, y lo seguirá siendo, pero hoy, a estas horas, me vais a permitir que me felicite, porque hoy, jueves tres de agosto, es mi cumpleaños…
Siempre hay que felicitarse por cumplir años, por haber aguantado una vuelta completa más del calendario. Claro que hay altibajos, días malos, peores, horribles…, pero también días maravillosos, fantásticos, sensacionales. Me quedo con esos días, aunque sé que nuestro cerebro es como es, y siempre graba más a fuego en la memoria los días malos. Tal vez porque los vivimos más intensamente. Y digo yo, ¿por qué no intentamos vivir igual los días buenos? Lo mismo así nuestra memoria aprenderá a registrar mejor estos y no los otros. ¿Una receta para esto? No la tengo, si he de ser sincera. Igual puede valer el agradecer cada noche esos días en los que «todo es luminoso y el sol brilla por todas partes», que diría Don Lockwood en la película «Cantando bajo la lluvia»…, y ya conocéis la escena que viene tras esta frase: una maravilla de canción y coreografía con un Gene Kelly aquejado por una fiebre alta, «bailando y cantando bajo la lluvia». Historia del cine.
Reconozco que ahora mismo no estoy mucho para cantar y bailar, pero lo estaré. ¡¡Y claro que lo haré!! Si la vida me golpea con el mejor de sus golpes, que prepare la batalla porque, a esta altura del cuento, no me va a dejar caer.
Hoy celebraré mi cumpleaños como mejor pueda, rodeada de gente que me quiere y que me cuida, con la esperanza cierta de que el siguiente será mucho mejor. De momento estamos aquí, con un año más, aprendiendo sobre la vida, sobre mí, sobre los demás, sobre todo… Si no somos capaces de sacarle provecho a los malos momentos es que estamos haciendo algo mal. Aunque a veces pueda parecer que la lección es demasiado dura, que lo es, siempre brillará más lo que aprendamos.
Brindad hoy por mí y atesorad los días luminosos para que os mantengan en pie en los malos momentos. Recordad que detrás de la tormenta siempre viene la calma, detrás del dolor siempre viene la alegría…
Yo brindaré por vosotros, aunque sea con zumo. Y no, no os voy a decir mi edad… ¿Qué es eso de preguntarle los años que cumple a una dama?
