Hoy he comenzado el día, como no podía ser de otra forma, en el médico: tocaba oftalmología. La verdad es que el médico me ha dicho que veía mi ojo genial, y que cree que no va a quedar ni una marca y que desaparecerá del todo (la infección y sus marcas, no el ojo). ¿Cuándo? No se sabe, pero estoy contenta después de tanto tiempo.
Luego he visitado a unas compañeras, amigas, ex jefa…, ¿cómo definirlo? Pues, en fin, familia: esa gente a la que puedes pasarte años sin ver pero que, cuando las ves por fin, no parece haber pasado el tiempo; ese que te da a elegir y que sabe que yo elijo seguir teniéndolas en mi vida porque forman una gran parte de ella. Vuestros mensajes, Marta, con tu voz angelical y dulce, clara y musical, con esa pureza que te caracteriza, dándome aliento cuando más lo necesitaba; y tú, Tere, con tus llamadas de ánimo y fuerza… tú has dicho hoy que había veces que llegaste a pensar que no iba a salir, ( si te soy sincera, yo también lo pensaba)…, pero ya me habéis visto hoy: tengo todavía que dar mucha guerra y espero y deseo que sea junto a vosotras.
Luego he tomado un agua con mi amiga Rosana, me he ido corriendo a mi sesión de radioterapia y a continuación me he ido a comer al Landa (Burgos) con un amigo.
He disfrutado el día al máximo.
Hacía un día espectacular y yo quiero recuperar mi vida poco a poco. Soy consciente de que me queda un camino muy largo, pero estar enferma te enseña a aceptar lo que estás viviendo: la curación lleva tiempo y no hay atajos, y por eso tenemos que aprender a dejarnos llevar por la corriente.
He notado que mi cuerpo tenía muchas sustancias que cuando se introducen en el organismo actúan sobre el sistema nervioso central. Esto provoca cambios que afectan a la conducta, a tu estado de ánimo, en fin…, he tenido muchos efectos secundarios a causa de las drogas que han tenido que darme para calmar esos dolores del ojo, más la quimio que llevaba mi cuerpo, y ahora llevo dos semanas en que me encuentro increíblemente bien, a pesar de la radioterapia. Quiero empezar, de nuevo, con mi rutina de deporte; nunca la he abandonado hasta que me ingresaron, así que ahora tengo que poner mi cuerpo en forma de nuevo.
Por eso os animo, desde aquí, a que hagáis deporte; poco o mucho, pero haced. Os mantendrá activas
Agradezco de todo corazón que seáis parte de mi presente.
Cuidar de una misma y de los demás es lo mejor que podemos hacer unas por otras.
Se amable contigo misma mientras aprendes a aceptar lo inesperado y a afrontar cosas que no son tan buenas, como la enfermedad. No será fácil, pero ayudarnos unas a otras a superarlo sin duda hará que el viaje sea mucho mejor.
